Hay algunas aplicaciones de codificador que son simplemente exigentes. Increíblemente desafiante. Entre estas se encuentran aplicaciones en las que el codificador debe ser a prueba de explosiones debido a la atmósfera peligrosa en la que opera. O aquellos que implican una exposición continua al agua salada. O donde experimenta enormes cargas de choque de más de 100 G. O cargas de eje de cientos de Newtons. Pero las aplicaciones MÁS exigentes son aquellas en las que el codificador debe cumplir TODOS estos requisitos. Y ahí es exactamente donde entra en juego el Hengstler AX65.
Certificado a prueba de explosiones, construido con acero inoxidable de grado marino, con una clasificación de choque de 200 G y una carga de eje de 300 N, el AX65 es un codificador resistente. El codificador absoluto más compacto de su clase, su poca profundidad y el diámetro del cuerpo de solo 59 mm le permiten caber donde otros codificadores a prueba de explosiones no pueden.